Nuestro compañero Antonio Navarro participó en modo runner, acabando con éxito, los 101 km de Ronda, una de las pruebas mas duras del calendario nacional. Estamos muy orgullosos de ti. Bravo!!
Esta es su crónica:
" Para empezar hay que decir que es una carrera maravillosa, la organización por parte de la Legión es perfecta, la gente por donde quiera que pases no cesa de animarte y ofrecerte de todo, los voluntarios de protección civil, sanitarios, etc, todos son geniales. Todo esto unido a que los paisajes de toda la serranía de Ronda son espectaculares, hacen de esta carrera lo que es y que sea tan emblemática. En los últimos años conseguir un dorsal se ha convertido en todo un reto: en este año 2015, han inscrito 7.000 participantes de 22.000 solicitudes.
Para mí lo más duro de esta prueba, además de las subidas infernales que tiene, es el calor, este es el mayor enemigo, y al que le tengo más respeto, es el que me hizo abandonar en el año 2009, el año anterior (2008) lo hice con lluvia y tarde 13 horas y 44 minutos. Yo creía que podía hacer este año unas 12 horas, basándome en que ahora estoy mucho más hecho al atletismo y he tenido un buen entrenamiento en los últimos meses; y en el año 2008, llevaba solamente unos dos años en este deporte.
Ante ese temor al calor decido llevar una mochila hidratante, con bolsa con 1´5 litros de agua, y dos botellas de 33 cl.(una con agua y otra con agua mezclada con pastillas de sales minerales). No me fiaba. Resultó finalmente ser demasiado, me hubiera bastado con llevar un bidón de medio litro de agua, y así no llevar “peso”. Además llevo la riñonera con el frontal, tres geles, dos barritas, sales minerales, unos compeeds y una aguja para las ampollas, el pasaporte (libro con instrucciones, rutometro, y páginas que deben ser selladas en los controles del recorrido); y por supuesto, el teléfono móvil que me permitiría estar en contacto con la familia (mi mujer, mi hijo, mi hija, mi hermana), con los compañeros del club Algaida-Tarso, y algunos amigos y familiares más.
Al llegar el sábado a Ronda, nos dirigimos directamente al Polideportivo “El Fuerte” para recoger el dorsal y entrar en ambiente. Parece que le han puesto el nombre a propósito. Después un paseo por la ciudad, impresiona el ambiente en las calles del centro, están a rebosar de personas y el ambiente que se respira todo es en torno a la carrera. Aquí ya me encuentro con otros paisanos de Roquetas del club pies negros: Rafa, Carlos, Juande, cruzamos impresiones, me dicen que el recorrido lo han puesto más duro que otros años y que después de Benaojan, en los kilómetros finales han aumentado con una subida infernal porque el propietario de una finca por la que solía discurrir, pedía dinero para que pasaran los corredores y la organización no ha aceptado, así que veremos a ver. Finalmente nos deseamos suerte y nosotros regresamos al hotel en Setenil (a media hora en coche de Ronda) para descansar ante lo que nos espera al día siguiente, el tiempo da calor: unos 30º de máxima, aunque en mitad de la sierra y sudando, la sensación será peor.
Y llegó el gran día, a las 9 en el campo de futbol de Ronda, hay una autentica marea de corredores y ciclistas que están entrando, me despido de la familia y “al toro”, sellado de pasaporte y “pa dentro”, la verdad que impresiona: miles de bicicletas circundan el césped, en el que los corredores estamos esperando, pegándonos ya el sol a “plomo“. Me voy acercando al arco por el que tienen que entrar los corredores para dirigirse al arco de salida, buscando una buena posición. La gente desde las gradas anima.
Las 10 de la mañana, salen las bicicletas en salida neutralizada. Es la hora. Mi primo (Tete) que es la primera vez que va a hacerla, llega a tiempo para darnos un abrazo y unos besos deseándonos suerte, se abre el arco y nos ponemos en posición de salida, mientras el speaker “Chito” anima a todos. A esto le queda poco. El General da su discurso: “hoy todos sois legionarios, espíritu de dureza”, el saludo legionario con la gorra en la mano izquierda y gritando: “viva España, viva el Rey, viva la Legión”, 5, 4, 3, 2, 1, estalla el cohete y salida, vamonoooooooos!!!!
El circuito lo tengo grabado en mi mente, el perfil y la ruta la tengo memorizada. Pienso que en llano hay que intentar llevar un ritmo de 5 min/km.
Salgo a buen ritmo, pasamos la Avenida de Málaga, entrando en la calle de la “Bola”, esta calle es uno de los puntos con “subidón” para los corredores, una larga calle peatonal, con un montón de público a los lados, animando, llegamos al final de esta calle, y ¡sorpresa! Algo inesperado, nos dirigen hacia la derecha, pienso: ¿Dónde vamos?, si es a la izquierda, pero enseguida lo veo, estamos entrando en el interior de la plaza de toros de Ronda, la más antigua del mundo, ¡qué pasada!, un detalle muy bonito. Salimos de la plaza y al poco cruzamos el puente del Tajo, y a descender por la cuesta de Santo Domingo, hasta que después de unas calles, llegamos al campo, esto huele ya a 101.
Veo la primera cuesta, de unos cien metros, y ya decido hacerla andando, hay que reservar fuerzas para lo que viene. Pasamos debajo de una carretera, y primer avituallamiento (km 4, 7), es solo agua y ni me paro, a seguir, veo el reloj y miro un ritmo de 4´15” ¿Dónde voy? Me retengo porque eso no puede ser, me estaba emocionando. A partir de ahora todas las cuestas hay que hacerlas andando, y aprovechare las bajadas y los llanos para correr lo que pueda. Hace mucho calor.
En el segundo avituallamiento (km 10), ya sí que me detengo, hay que beber agua, mojarse la cabeza y la gorra y adelante, es lo que voy a hacer en todos. Miro el reloj y veo 55´, esto va muy bien. A seguir, poco después, tras cruzar un puente sobre la vía férrea, nos dirigimos al campo de tiro de Navetas, aquí comienza un bucle de unos diez kilómetros hasta llegar de nuevo al mismo lugar. Las bicicletas vienen de vuelta. Este es otro punto de congregación de público y de participantes que vienen y van, dándose ánimos. Al poco de entrar en Navetas, está el tercer avituallamiento, están dando sándwich, donuts, etc, pero yo solo voy a comer fruta y beber agua e isotónico, y por supuesto el remojo correspondiente de cabeza y gorra.
Tras pasar al lado del circuito de velocidad “Ascari” (km 20) miro y veo 1h 56´, informo al Club, vamos de regreso a la salida de Navetas, ya sí que nos cruzamos con los marchadores que vienen, les llevamos diez kilómetros de ventaja, todos nos damos ánimos unos a otros, miro por si veo algún conocido, pero no. Voy fenomenal de ritmo.
Giramos a la derecha y entramos en una larga recta junto a las vías del tren, con todo el sol pegando, y ni un árbol. Al final, a la izquierda, y entramos en la pista de Parchite, en dirección Arriate, el primer pueblo que vamos a cruzar. Y efectivamente en el km.30 esta Arriate, llevo 3 horas, esto va fenomenal, pero me temo que esto puede cambiar, porque ahora es cuando de verdad empiezan los 101, al salir de Arriate, tras ser aclamados por todo el público, nos dirigimos hacia la primera gran dificultad: “La Cuesta de los Cochinos”, aquí la gente caen como moscas, y yo tengo malos recuerdos de la misma, allí fue donde caí en el año 2009. Aquí se une que llevas ya 30 kms, son las horas de más calor, la pendiente es brutal y pocas sombras se ven, por no decir ninguna. Empiezo a subir la cuesta, andando por supuesto, creo que son unos cuatro kilómetros hacia arriba, mientras subo me voy acordando del año 2009, y me doy fuerzas a mí mismo, pensando que esta vez sí que voy a vencer a la maldita cuesta, y efectivamente llego a la cima, ahora toca hacia abajo, me da una gran alegría por lo que suponía pasar este punto, sé que ahora voy a hacer todo el recorrido. Continuamos por zona más bien llana, en bajada, veo un hombre que está ofreciendo algo que lleva en una especie de olla, ¡son higos secos! Cojo uno y a la boca, sabe estupendamente. En los avituallamientos además de beber agua e isotónico, como la fruta que hay, naranjas y plátano, y aunque dan geles, solo me he comido uno de los que llevaba y parte de otro que me dio un legionario al pasar la cuesta de los Cochinos, no me apetecen.
Sabía que había un avituallamiento en el km.42, me acuerdo del compañero Trujillo, siempre que veo esa distancia es imposible no acordarse de él, el gran maestro. Me da ánimos y consejos que son oro puro, y por supuesto los ánimos de los compañeros de nuestro club Algaida-Tarso, te suben la adrenalina, sé que no puedo fallarles.
Vamos recorriendo terreno, hasta que al llegar a una carretera, nos incorporamos a esta hacia la izquierda, saliendo después hacia una bajada bestial, viendo el pueblo de Alcalá del Valle (km 50). Ya son 6 horas dale que te pego, voy informando a la familia, compañeros y amigos de por dónde voy. Las piernas ya se notan castigadas, pero hay que seguir, ya sí que empiezo a pensar que voy con el único objetivo de terminarla, me olvido de crono, ya el hecho de hacerla es una gran victoria.
Nada más salir de Alcalá, empieza la famosa cuesta de cemento rajado, pero bueno, se pasa sufriendo, pero bien, porque tiene poca distancia. Y ahora a por Setenil de las Bodegas, allí me espera un bocadillo en el avituallamiento.
Puedo ver cómo nos adentramos en la zona del rio que pasa por Setenil, y al momento ya veo el pueblo (km.56 aproximadamente), se empieza a entrar en la Calle de las casas cueva, esta parte de la carrera yo creo que fue la más emocionante, junto con la entrada en meta, por supuesto, una calle muy bonita que se trata de casas y bares excavados en la roca, cubriendo la misma roca la calle a modo de techo, y cientos de personas agrupadas, jadeando, gritando, animando, los niños te ponen la mano para “chocarla”, impresionante, te dejan el pasillo justo para pasar. Aquí hay algunos que paran a tomarse “algo” en los bares y unirse un poco a la fiesta, pero yo sigo, un poco más adelante está el Polideportivo de Setenil, al salir de esta calle, hacia la izquierda, cruzas un pequeño puente y adentro.
Lo primero me voy a remojar bien, bebo agua, y me dirijo al avituallamiento, me pillo el sándwich de jamón york y queso y una cola cola, tengo ganas de descansar un poco, así que me siento en una de las pocas sombras existentes, y me como medio sándwich, no tengo más gana, pero eso si la coca cola me sienta de maravilla, así que decido beberme otra. Bien, pienso que no puedo descuidarme ni enfriarme, así que ¡Venga vamos! Que queda lo mejor. Salgo del polideportivo por la parte trasera, un legionario me da una luz roja para que en las horas nocturnas me la cuelgue detrás (es obligatorio), ya estoy seguro que la noche me “va a pillar”.
El siguiente objetivo es el Cuartel de la Legión, continuamos por caminos, sigo corriendo en llano y en bajada, y andando en cuesta, aunque hay mucho de esto último, ya que más bien vamos subiendo, hacia el llamado Alto de los Corzos, km 63, llevo 8 horas. Sobre el km. 68 el GPS se queda ya sin batería, a partir de aquí, sabré los kilómetros por los avituallamientos o el lugar en el que me encuentre. Paso por lugares muy bonitos, caminos entre mucha vegetación, atravesando riachuelos por pequeños puentes, los únicos ruidos que se oyen además de las pisadas, son los. Aquí en esta zona llego a un avituallamiento creo que era el km.65, en el que los legionarios me reciben cantando y dando palmadas de ánimo, ¡qué marcha tenían!
Al llegar a la cima, ahora toca bajar, ¡y que bajadas! A tumba abierta hacia abajo, a correr, voy embalado, parece que no temo lesionarme, me envalentono bajando, y eso que a mí no me gusta bajar rápido. Un momento maravilloso, vemos Ronda a lo lejos, pero sé que todavía queda mucho y que hay que pasar por otros lugares, pero te anima esa imagen. Llamo a mi mujer y le digo que voy ya de camino hacia El Cuartel, a ver si nos vemos allí.
Nos introducimos en zona asfaltada, con viviendas, cruzamos la vía del tren y ya veo el arco de entrada al cuartel de la Legión, mucha gente esperando allí a los suyos, miro por si veo a mi gente, pero no, no han llegado todavía, espero un poco, me hago una foto para los compañeros del Algaida, que no paran de darme ánimos, ¡qué calidad! Como veo que no llegan, decido no perder más tiempo y me introduzco en el Cuartel, a la entrada se cuadra el legionario de puertas y me da un saludo militar, a lo que le respondo con otro saludo y le doy las gracias, saludan militarmente a todos los participantes que pasan por aquí.
Es el km.75 y llevo ya 9 h 40 minutos, decido dirigirme al comedor para avituallarme bien y soportar la última tirada. Un plato de arroz tres delicias, un bollo de pan, un yogurt, y una coca cola. Me siento al lado de otros compañeros de fatigas, y a comer, uno de estos va corriendo con una gorra de campero, que curioso. Me como el arroz y el yogurt pero no puedo con el pan. Me levanto rápidamente (estuve sentado cinco minutos), porque este sitio es muy peligroso, como te enfríes ya que estas muy a gusto, te puedes bloquear y quedarte en el sitio, y no es cuestión, así que vamos palante.
Salgo del Cuartel y al poco me pongo a correr, la comida me ha sentado fenomenal y me veo con fuerzas, cruzamos la vía del tren en dos ocasiones, veo a un “pies negros”, al que adelante saludándonos, y sigo, me encuentro fenomenal. Al cruzar por tercera vez la vía del tren, ahora ya sí que sí, nos dirigimos hacia la Cuesta de la Ermita, otro de los lugares emblemáticos de esta carrera, una fuerte subida, así que empiezo a andar, cuando vamos acercándonos a la cumbre, ya se ven algunos frontales funcionando, yo me pongo el mío, pero no lo conecto hasta que ya prácticamente es de noche. Al llegar arriba, pasamos junto a la Ermita, y pienso ya sí que sí, esto está hecho (no sabía lo que quedaba realmente por pasar). Hablo con la familia y me dicen que están en Benaojan, qué alegría, nos vamos a ver.
Ahora comienza una bajada haciendo eses y en picado, con la luz ya puesta, ha empezado la noche, es espectacular la vista que hay desde este lugar, se ven las luces de Montejaque abajo.
Al llegar abajo, voy embalado, tanto que paso al lado de mi familia y tengo que pegar un “frenazo” al verlos de repente. Que alegría, me los esperaba más adelante, nos damos unos besos, hacemos foto, video, les digo que como mucho yo creo que llegaré a la una de la madrugada, Llevo ya 83 kms. Me quitó la mochila y se la entrego a mi mujer, solo me quedo con una botella de agua que llevo en la mano, ya no hace calor. Al quitarme la mochila me siento como más suelto. Les digo que: ¡venga, hay que hacer lo último ya, nos vemos en la meta, vamos otra vez al lio! Hay que ir por carretera hacia Benaojan, voy como una moto, parece que ahora estoy más fuerte que nunca. Entramos en el pueblo, y otra vez hay gente animando, llegando al avituallamiento del mismo, km.87, llevo ya 11 h y 28 m. Este avituallamiento tiene música a toda hostia, con una marcha que no veas, se lo están pasando pipa. Pero yo a lo mío, comer fruta y beber agua e isotónico, y palante. Salimos de Benaojan, y al poco ya hay un legionario que nos desvía hacia la derecha para entrar en un camino pegado al rio, otra vez al campo.
De repente, comienza un estrecho camino hacia arriba, una subida dura por la montaña, esta era con la que no contaba, así que poco a poco voy subiendo, paso junto a una fuente y bebo agua fresquita, ya no llevo la botella porque la tire en Benaojan. La subida es totalmente agotadora, al avituallamiento del km.92 llego con un tiempo de 12 h 45´, ya se seguro que no voy a mejorar mi marca, pero me da igual, considero que llegar es una gran victoria.
Y ya por fin, empezamos a bajar, veo Ronda iluminada de noche, delante, esto se está terminando, la bajada fuerte, vuelvo a correr a un ritmo fenomenal, bajando y llaneando muy bien, tanto que unos jóvenes que había animando se sorprenden: ¡cómo vas corriendo a estas alturas, que tío, ten cuidado que ahora viene la subida!, y efectivamente, me encuentro con la subida, veo que ya se trata de la “Cuesta del Cachondeo”, la última, ¡esto está hecho!
Veo el Tajo a mi izquierda y las luces de Ronda, la Alameda y mi familia está allí esperándome, vamos allá, ¡fuerza y honor! Como dicen los legionarios.
Adelanto hasta algunas bicicletas que todavía están en la carrera, es increíble cómo van todavía aguantando. Hasta que por fin, llego a la muralla de arriba, la gente está sentada en las puertas de sus casas con mesas cenando y animando a todos los que pasamos por allí.
Ya estoy en Ronda, que alegría, veo el puente del Tajo, por fin lo cruzo, y ultimo subidón total, cuando me voy acercando a la Plaza de Toros, una gran cantidad de gente ya me están aplaudiendo y dándome voces: ¡muy bien, lo has hecho, ole hay tus cojones!. Impresionante, ya veo la entrada a la Alameda, que bien, y adentro, no veo a mi familia, pero una vez que he entrado se me acercan mi hijo y mi hija, y me dan sus manos, voy a entrar en meta con ellos, que alegría, los tres nos cogemos de las manos y las levantamos hacia arriba: ¡Hemos ganado!, ¡qué momento!, qué más da la posición, el crono, etc, este es un momento único. Y así vamos hasta el arco de meta, un legionario me coloca el “ladrillo” y me da la enhorabuena. Ahora a celebrarlo con la familia.
Le doy las gracias por haber conseguido este reto, sobre todo a mi familia, a los compañer@s del Club Algaida, en especial al Maestro Trujillo, amigos, etc. Ah y se me olvidaba un abrazo legionario al compañero Fran Jiménez."
TIEMPO: 14h 04´ 58 " POSICION GENERAL: 237 / CATEGORIA VETERANO A: 150
